Más allá de dejarte sorprender por los rascacielos de Ontario que conforman un skyline que poco tiene que envidiarle a otros famosos, no quedan dudas de que esta parte del territorio de Canadá destaca por la posibilidad de conocer las Cataratas del Niágara, uno de los imprescindibles a nivel local, y también una frontera natural con los Estados Unidos. Puede que no sean las más altas del mundo, pero su caudal logrará dejarte con la boca abierto. Finalmente, es la oportunidad de ir hasta la capital Ottawa, en el límite con la citada Quebec, donde se encuentra el Parlamento del país y los edificios del Estado canadiense.
Alberta y la naturaleza más salvaje
Alberta es considerada una de las zonas más salvajes de toda América del Norte, y sus paisajes entre los cuales destacan las Montañas Rocosas hacen que no te la puedas perder. Desde Calgary, conocida como la “capital de las Rocosas”, con sus torres y miradores, hasta el propio parque homónimo, que fuera reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estamos en presencia de una de las regiones que no solemos asociar inmediatamente con Canadá pero que incluye varios de los principales parques nacionales del continente, como los llamados Banff, Jasper, Kootenay y Yoho.